La
soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Proverbios
29:23
El autor y presbítero holandés Henri Nouwen admite en su
libro en el Nombre
de Jesús, que llego a un punto donde sentía que su vida estaba en
una rutina. En la superficie, parecía que Nouwen lo había logrado todo. Poseía
un impresionante currículo en un campo noble de estudio.
Pero luego de veinticinco años en el sacerdocio, se
encontró a si mismo orando pobremente, viviendo una vida aislado de la gente, y
preocupado con las dudas.
Finalmente Henri le pidió a DIOS si podría dejar su
prestigioso rol como distinguido profesor. La respuesta fue clara. DIOS lo envió
a L’Arche Community, comunidad para minusválidos mentales. En las palabras de
Nouwen: “DIOS dijo: ‘ve y vive entre los pobres de espíritu, y ellos te
sanaran’. Así lo hizo.
En su nuevo rol, Henri enfrento numerosas lecciones,
algunas dolorosas, unas pocas humillantes, pero al final aprendió humildad, compasión
y protección. El orgullo en sus propios logros podría haberle impedido
encontrar la realización que estaba buscando tan desesperadamente. La
disposición de Nouwen de tragar su orgullo y responder al llamando de DIOS lo
llevo finalmente al tesoro enterrado.
Si te falta propósito y realización, entrega tu vida a
Dios. No permitas que el orgullo se interponga en tu camino.
Se manso y obediente ante la palabra y presencia de DIOS.
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